Si eres de quienes leen nuestro blog frecuentemente ya tienes claros los factores de riesgo de un ACV y cómo, realizando algunos cambios en los hábitos de vida, pueden evitarse o disminuirse para evitar un ACV.
En caso de no ser un lector asiduo de nuestro contenido te explicamos brevemente cuáles son los factores de riesgo. Los factores de riesgo de un ACV se dividen en dos; factores modificables y los no modificables.
Los factores no modificables son la edad, el sexo ( o género) y la etnia o raza. Por su parte, los factores modificables son los que ya conocemos; hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares (entre ellas la fibrilación auricular y la falla cardíaca, el consumo de tabaco o alcohol, la obesidad, el sedentarismo, la diabetes y el estrés.
En esta oportunidad queremos hablar de uno de los factores que quizás no tiene la relevancia que otros, pero si no se le presta la suficiente atención puede ser letal. Nos referimos al consumo de sustancias con la nicotina o como se le conoce popularmente, el hábito de fumar o tabaquismo.
El tabaquismo es un factor de riesgo bien establecido para todas las formas de ataque cerebrovascular. Si bien tanto el público en general como los sistemas de salud en el mundo son conscientes de los riesgos vasculares asociados con él, la prevalencia del consumo de tabaco se ha mantenido prácticamente sin cambios durante el último cuarto de siglo.
Sin embargo, en Colombia en los últimos seis años el consumo de tabaco ha disminuido considerablemente. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Consumo de Sustancias Psicoactivas el consumo pasó del 12.9% en el 2013 a 9.8% en el 2019.
Si bien esta es una buena noticia, las muertes relacionadas con el tabaquismo sigue siendo alta, pues al año en el país fallecen 34.800 ciudadanos por enfermedades atribuidas al cigarrillo.
La encuesta también reveló que:
El tabaquismo contribuye al ataque cerebrovascular a través de varias vías gracias al humo que produce y a sus componentes. Si bien la mayoría de los cigarrillos provienen de una hoja seca de tabaco, la nicotina es la sustancia más conocida y potente, responsable además del fenómeno adictivo del tabaco; contienen sustancias adicionales que los hacen dañinos al ser humano.
Estas sustancias adicionales se aplican para darle sabor y para que sea agradable fumar pero cuando se queman (se prende el cigarrillo), los químicos que se crean afectan seriamente el cuerpo.
El humo que se genera contiene más de dos mil sustancias químicas de las cuales se tiene conocimiento que 70 son causan cáncer. Algunos de los químicos que se encuentran en el humo del tabaco son:
Todas estas sustancias pueden aumentar el riesgo de sufrir un ACV, ya que éstas estropean los vasos sanguíneos, provocan inflamación y disfunción de las células endoteliales.
Aunque no hay estudios concretos que confirmen completamente los efectos cerebrovasculares de los productos de tabaco sin humo, es decir el tabaco que se mastica, se huele o se coloca entre las encías y la mejilla, si esta comprobado que dichos productos contienen más de dos mil compuestos químicos, entre los que se encuentran la nicotina que pueden aumentar el riesgo de un ACV al elevar la presión arterial aguda y ayudar a la hipertensión crónica.
Varios estudios han demostrado que la exposición al humo en las personas que no fuman, los llamados fumadores pasivos, aumenta el riesgo de trombosis, un factor importante en la patogénesis de los eventos cardiovasculares, pues el humo contribuye a la inflamación de las vías respiratorias, vasoconstricción y mayor formación de coágulos.
Para corroborar lo anterior, en el 2011 se realizó una revisión de 20 estudios sobre ACV en la que se encontró que la exposición al humo del cigarrillo fue un fuerte riesgo de ACV al demostrarse una Relación de Riesgo (RR) de 1.25 (es decir un aumento del 25%). La misma revisión también encontró evidencia de una relación dosis-respuesta, con el riesgo relativo de ataque cerebrovascular aumentando de 1.16 para la exposición a 5 cigarrillos por día, a 1.56 para la exposición a 40 cigarrillos por día (lo cual se puede entender como un aumento del 50% del riesgo a mayor exposición al humo del cigarrillo).
Esta exposición tiene los siguientes efectos en el aparato cardiovascular: alteración de la función endotelial, de la activación plaquetaria, mayor riesgo de inflamación e infección, aumento del estrés oxidativo, inestabilidad de la placa ateromatosa y alteración del sistema nervioso autónomo.
Hace un tiempo se creía que reducir la cantidad de cigarrillos podría disminuir los
factores de riesgo de un ACV, pero una investigación realizada en el 2018 reveló que esto no es así y concluyó que un solo cigarrillo al día puede aumentar la probabilidad de un ataque cerebrovascular.
La investigación dirigida por Allan Hackshaw, profesor del Instituto de Cáncer de la University College London, analizó 141 estudios y calculó los riesgos relativos de fumar uno, cinco o 20 cigarrillos diarios.
En el análisis se pudo determinar que los hombres que fumaron un cigarrillo al día tuvieron un 46% más de riesgo de padecer una enfermedad cardíaca y un 41% más de riesgo de un ACV. Mientras que en las mujeres el porcentaje fue del 31% y 34% respectivamente.
La conclusión a la que llegó este investigador con su equipo fue que los fumadores deberían dejar de consumir tabaco completamente, pues reducir la cantidad de cigarrillos al día no reduce la probabilidad de sufrir un ACV.
Si fumas y dejas de hacerlo por una semana tu cuerpo empezará a mejorar en los siguientes aspectos.
Como podemos observar el tabaco tiene serios efectos en nuestro cuerpo, puede causar enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias como la EPOC. Por esto, es importante evitar su consumo y tener muy presente que es uno de los
factores de riesgo de un ACV a los que hay que prestar mucha atención.
Además del consumo, en lo posible evitemos exponernos al humo del cigarrillo, pero ojo con esto no queremos decir que si tienes un familiar o amigo que fuma, lo alejes de tu vida, puedes respetar su decisión de fumar y cuando lo haga puedes pedir permiso e irte.
Ten presente esta información y si quieres saber más sobre ataques cardiovasculares y sobre cómo tratar un evento de este tipo y consejos para reducir los
factores de riesgo de un ACV, te invitamos a leer nuestro
blog
que está pensado para enseñarle al público general, los concepto básicos y útiles, sobre esta enfermedad que cobra la vida de millones alrededor del mundo y que puede evitarse con unos simples pasos.