Actúa oportunamente contra el ACV

La importancia de detectar los síntomas de un derrame cerebral a tiempo

Derrame cerebral

Derrame Cerebral

Un derrame cerebral es una de las emergencias médicas más graves y una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se ve interrumpido, ya sea por un bloqueo o una hemorragia, causando la muerte de las células cerebrales en cuestión de minutos.


La rapidez con la que se detectan los síntomas y se recibe atención médica puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación total y secuelas permanentes. Sin embargo, muchas personas no saben reconocer las señales de alerta o desconocen cómo actuar en estos casos.


En este artículo, aprenderás a identificar los síntomas de un
derrame cerebral, los factores de riesgo y las acciones que debes tomar para salvar una vida. Porque en un ACV, cada minuto cuenta.


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¿Qué secuelas deja un infarto cerebral y cómo puedes recuperarte?

¿Qué es un derrame cerebral?

Un derrame cerebral, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se interrumpe, impidiendo que las neuronas reciban oxígeno y nutrientes. Esto puede suceder por dos razones principales:


  • ACV isquémico: es el tipo más común y ocurre cuando un vaso sanguíneo se obstruye debido a un coágulo o acumulación de grasa.



  • ACV hemorrágico: se produce cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, provocando una hemorragia que daña el tejido cerebral.


En ambos casos, las consecuencias pueden ser graves e inmediatas, como discapacidad permanente o incluso la muerte.


El derrame cerebral es la
segunda causa de muerte a nivel mundial y una de cada seis personas sufrirá uno a lo largo de su vida. Dado que puede ocurrir en cualquier momento y afectar a cualquier persona, es fundamental reconocer los síntomas a tiempo.


Además, ciertos factores de riesgo aumentan la probabilidad de sufrir un ACV, entre ellos:


  • Hipertensión arterial
  • Tabaquismo
  • Colesterol elevado
  • Diabetes
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Obesidad y sedentarismo


Si conoces los signos de alerta y sabes cómo actuar, puedes marcar la diferencia en la vida de alguien. A continuación, cómo identificar un derrame cerebral y qué hacer en caso de emergencia.

Síntomas de un derrame cerebral

Un derrame cerebral es una emergencia médica que requiere atención inmediata. Reconocer los síntomas a tiempo puede salvar y reducir el riesgo de discapacidad permanente. 


Los síntomas aparecen de forma repentina y pueden variar según la parte del cerebro afectada. Sin embargo, los más comunes incluyen:



  • Entumecimiento o debilidad repentina en un lado del cuerpo: puede afectar la cara, el brazo o la pierna, generalmente en un solo lado.
  • Parálisis facial: una parte del rostro puede caerse o perder movilidad. Para detectarlo, pídele a la persona que sonría; si un lado de su boca no se mueve o se ve asimétrico, es una señal clara.
  • Dificultad para hablar o entender el lenguaje: la persona puede arrastrar las palabras, hablar de manera incoherente o no entender lo que se le dice.
  • Perdida de coordinación y equilibrio: problemas para caminar, tropezones frecuentes o sensación de mareo repentina.
  • Dolor de cabeza intenso y repentino: puede aparecer sin causa aparente y ser el peor dolor de cabeza que la persona haya experimentado.
  • Visión borrosa o pérdida repentina de la visión: puede afectar uno o ambos ojos, causando visión doble o ceguera parcial.
  • Movimiento involuntario y rápido de los ojos: algunos pacientes experimentan movimientos oculares incontrolables, lo que puede ser una señal de daño neurológico.
  • Músculos rígidos o espasmos: en algunos casos, el ACV puede provocar tensión muscular extrema o movimientos descoordinados.
  • Pérdida de fuerza en brazos o piernas: si una persona no puede levantar un brazo o una pierna, o si le cae al intentarlo, es un signo preocupante.


Si sospechas que alguien puede estar sufriendo un ACV, usa la regla
RÁPIDO (FAST en inglés):


R - Rostro:
pídele que sonría. ¿Su boca está desviada o un lado no se mueve?


A - Arm (Brazo):
pídele que levante ambos brazos. ¿Uno de ellos se cae o no puede sostenerlo?


P - Palabra:
pídele que repita una frase sencilla. ¿Habla de manera extraña o no puede hacerlo?


I - Inmediato:
si notas alguno de estos signos, llama al 123 de inmediato. El tiempo es clave. 


D - Detalla la hora
en la que comenzaron los síntomas, ya que esto ayudará a los médicos a decidir el mejor tratamiento.


O - Observa
otros síntomas como problemas de visión o equilibrio.


Cada minuto cuenta, cuanto más rápido reciba atención médica, mayores serán sus posibilidades de recuperación.


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Si alguien presenta uno de estos síntomas, pero tú no estás seguro si la persona está sufriendo un
derrame cerebral , puedes hacerle las siguientes pruebas, aunque es mejor encender la alerta y que los médicos lo descarten a esperar más tiempo y que las consecuencias sean graves.

 

  • Primero, pídele que levante sus brazos y los extienda en frente. Si algunos de los brazos se nota muy débil o no puede levantarse, es un síntoma claro.
  • Segundo, dile que sonría, si su sonrisa es asimétrica, se debe a una parálisis facial, uno de los primeros síntomas de un derrame. 
  • Tercero, hazle una pregunta sencilla, como su nombre o la fecha, si no la puede responder debes actuar de inmediato, llama al 123 y solicita una ambulancia.

 

Es importante realizar estas pruebas lo más rápido posible, no tardarás más de 3 minutos. Debes actuar rápidamente, porque una vez se impide el paso de aire al cerebro, las neuronas empiezan a morir de manera instantánea. 


Lo primero que tienes que hacer es llamar una ambulancia lo más pronto posible. Mientras la ambulancia llega, toma a la persona que está sufriendo el
derrame cerebral y pon su cabeza y hombros un poco elevados, puedes utilizar una almohada, una chaqueta o una cobija, esto evitará el ahogamiento. 


Luego ten en cuenta la hora precisa del inicio de sus síntomas, porque los médicos te lo preguntarán y según el tiempo transcurrido decidirán cómo actuar. No le suministres alimentos, bebidas, ni medicamentos, ya que podría ahogarse.

Recuperación y rehabilitación después de un derrame cerebral

La recuperación tras un derrame cerebral es un proceso que puede llevar semanas, meses o incluso años, dependiendo de la gravedad del daño cerebral y la rapidez con la que se recibió atención médica. Aunque algunos pacientes logran una recuperación completa, muchos deben adaptarse a nuevas condiciones de vida y recibir rehabilitación para recuperar funciones afectadas.


Primera fase: atención hospitalaria y cuidados inmediatos


Después de sufrir un derrame cerebral, el paciente es atendido en un hospital donde los médicos estabilizan su condición y evalúan el daño neurológico. Durante esta fase, los principales objetivos son:   


  • Restaurar el flujo sanguíneo al cerebro (si es posible).
  • Prevenir complicaciones, como infecciones o coágulos en las piernas.
  • Evaluar el nivel de afectación en movilidad, lenguaje y cognición.
  • Determinar el mejor tratamiento para la recuperación.


Cuanto más rápido se reciba atención, mayores serán las posibilidades de minimizar las secuelas.


Segunda fase: rehabilitación inicial


Una vez el paciente está estable, inicia la rehabilitación, la cual puede realizarse en un hospital especializado, en casa o en centros de rehabilitación.



  • Fisioterapia: ayuda a recuperar la movilidad y la fuerza en las extremidades afectadas. Incluye ejercicios de equilibrio, coordinación y marcha para mejorar la independencia del paciente.
  • Terapia del habla y lenguaje: muchos pacientes presentan afasia (dificultad para hablar o entender), por lo que trabajan con un fonoaudiólogo para mejorar la comunicación.
  • Terapia ocupacional: ayuda a recuperar la capacidad de realizar actividades diarias como vestirse, comer, escribir y manejar utensilios.
  • Neuropsicología y terapia cognitiva: evalúa y trata problemas de memoria, concentración y toma de decisiones, que pueden verse afectados tras un ACV.
  • Apoyo emocional y psicológico: la depresión y la ansiedad son comunes en sobrevivientes de ACV. Un psicólogo o grupo de apoyo puede ayudar a mejorar el bienestar emocional.


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 70% de los pacientes que reciben rehabilitación temprana mejoran su calidad de vida significativamente.


Tercera fase: rehabilitación a largo plazo y adaptación a la vida diaria


Después de salir del hospital, la recuperación continúa en casa o en centros especializados. La clave en esta fase es mantener la constancia en la rehabilitación para lograr la mayor independencia posible.


  • Seguir al pie de la letra las recomendaciones médicas y terapias.
  • Adaptar el hogar para mayor seguridad (evitar alfombras sueltas, instalar pasamanos, colocar sillas en la ducha).
  • Mantener una rutina de ejercicios para evitar la atrofia muscular.
  • Controlar la presión arterial, el colesterol y la glucosa.
  • Mantener una dieta saludable y equilibrada.
  • Involucrar a familiares y cuidadores en el proceso de recuperación.


Algunas personas pueden necesitar dispositivos de apoyo como bastones, sillas de ruedas o ayudas ortopédicas para mejorar su movilidad.

¿Cuánto tiempo tarda la recuperación?

No hay un tiempo exacto, ya que cada caso es diferente. Sin embargo, aquí hay algunas estimaciones generales:


Primeras semanas: recuperación de funciones básicas y estabilización del paciente.

Primeros 3-6 meses: se observa la mayor parte de la mejoría con terapias intensivas.

1 año en adelante: el progreso puede ser más lento, pero con terapia continua, la calidad de vida sigue mejorando.


Hasta un 10% de los pacientes logran una recuperación casi completa en los primeros meses, mientras que otros pueden necesitar apoyo a largo plazo.

Apoyo familiar y social: un pilar fundamental

La familia y los amigos juegan un papel clave en la recuperación. El apoyo emocional, la paciencia y el acompañamiento motivan al paciente a seguir con su rehabilitación.



  • Escuchar y ser pacientes con el proceso del paciente.
  • Fomentar la comunicación y la participación en actividades.
  • Acompañar a las consultas médicas y terapias.
  • Crear un ambiente seguro y accesible en casa.
  • Motivar al paciente a seguir sus ejercicios de rehabilitación.


Un derrame cerebral no solo afecta al paciente, sino también a su entorno, por lo que el apoyo mutuo es esencial para la recuperación.


El
derrame cerebral es una emergencia médica que puede causar discapacidad permanente o incluso la muerte si no se entiende a tiempo. Conocer sis síntomas y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La detección temprana y la atención médica inmediata aumentan significativamente las posibilidades de recuperación sin secuelas graves.


Además, la rehabilitación juega un papel  fundamental en la calidad de vida de los pacientes, ayudándoles a recuperar habilidades motoras, del habla y cognitivas. Cada caso es diferente, pero con constancia, apoyo médico y el acompañamiento de familiares y amigos, es posible superar los desafíos que deja un ACV.


No esperes a que sea demasiado tarde.
La prevención es la mejor estrategia: adopta hábitos saludables, controla los factores de riesgo y mantente informado sobre cómo actuar ante una emergencia de este tipo.


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