Nuevo tratamiento de ACV: emergencia neurológica que no da espera

Nuevo tratamiento de ACV

Nuevo tratamiento de ACV

El ataque cerebrovascular (ACV) se define como un síndrome vascular, caracterizado por la aparición de signos y síntomas progresivos de déficit neurológico, ocasionado por una alteración en la irrigación del tejido cerebral persistente por más de 24 horas. Éstos se pueden presentarse de manera permanente o transitoria y pueden estar asociados a eventos isquémicos hemorrágicos o alteraciones en los vasos sanguíneos.

Según Estadísticas Vitales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las enfermedades cerebrovasculares ocupan el segundo puesto entre las principales causas de mortalidad en Colombia y es la principal de discapacidad en sobrevivientes a nivel mundial.

Dada la estrecha ventana terapéutica del ataque cerebrovascular, se considerada como una emergencia médica que requiere un diagnóstico y manejo de forma precoz para reducir el riesgo de alteraciones neurológicas permanentes. El nuevo tratamiento de ACV debe llevarse a cabo en centros especializados en atención del ataque cerebrovascular, que dispongan de herramientas clínicas eficaces para un adecuado reconocimiento.

Evaluación diagnóstica

En la evaluación inicial se busca determinar la naturaleza vascular del cuadro clínico, por lo tanto en la anamnesis es fundamental tener en cuenta los siguientes puntos de interés:

Primer síntoma o signo que manifiesta el paciente: esto permite informar sobre la región encefálica involucrada.

Forma de progresión: es característico que el ACV tenga un comienzo brusco puede y posteriormente mantenerse el déficit o recuperarse en horas. Puede clasificarse a su vez en:


  • Infarto cerebral estable: manifestaciones clínicas permanecen por un periodo mayor a 24 horas cuando el ACV se desarrolla en el territorio carotídeo y más de 72 horas cuando se origina en el vertebrobasilar.
  • Infarto cerebral progresivo o en evolución: los síntomas iniciales progresan en el curso de las 3 horas previas a la valoración neurológica.
  • Déficit neurológico isquémico reversible: los síntomas neurológicos manifestados durante el evento, desaparecen completamente en un período de 3 semanas.

Alteraciones de la conciencia:


  • Alerta
  • Se despierta fácilmente
  • Requiere estímulos enérgicos
  • Coma

Síntomas y signos asociados: los pacientes que sufren un infarto o una hemorragia presentan signos y síntomas que varían según la localización, la extensión de territorio vascular afectado.

Si bien los que pacientes que cursan una hemorragia parenquimatosa tienden a presentar deterioro del estado de conciencia, náuseas, vómitos, cefalea, y rigidez de nuca, derivados de la hipertensión intracraneal e irritación meníngea. No obstante, es frecuente que tanto en infartos como hemorragias se origine: cefalea, palpitaciones, parálisis facial, alteraciones en campos visuales, movimientos anormales en brazos y piernas, pérdida de la sensibilidad, dificultad para hablar y entender, etc.

Factores de riesgo: hipertensión arterial, tabaquismo, cardiopatías, AIT previos, diabetes, tabaquismo, malformaciones vasculares (aneurismas y angiomas), sangrado tumoral, anticoagulantes, consumo de sustancias tóxicas y drogas como las anfetaminas, efedrina y derivados, cocaína, etc.

Nuevo tratamiento ACV

El ACV es una emergencia médica y, como tal, su tratamiento debe ser inmediato.

Consideraciones generales: las medidas generales para ambos tipos de ACV son las siguientes:

Reposo en cama, con la cabecera levantada 15-35° y la cabeza de la paciente colocada hacia el lado sano.

Oxigenoterapia


  • Monitorización continúa del ritmo y de la frecuencia cardíacos, y de la presión arterial durante las primeras 24 horas.
  • Aspiración de secreciones.
  • Dieta absoluta si el ACV está en evolución o el paciente presenta problemas de deglución.
El nuevo tratamiento de ACV , tiene en cuenta principalmente los factores de riesgo y de los trastornos metabólicos. Debe evitarse y tratar la hiperglucemia, ya que esta aumenta la mortalidad y secuelas neurológicas (la glucemia debe mantenerse en 140-180 mg/dl) y debe controlarse la hipertensión arterial.

Medicación habitual para la enfermedad de base del paciente (en caso que la presente): hipertensión arterial, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía isquémica, etc.

Tratamiento específico para ataque cerebrovascular isquémico

El periodo de ventana para la utilización del fibrinolítico son 4 horas. Las técnicas consisten en:

Fibrinólisis intravenosa: consiste en la recanalización del vaso obstruido mediante la fragmentación del trombo a partir del uso de un medicamento fibrinolítico por vía intravenosa. Esta técnica es realmente eficaz para mejorar el pronóstico de los pacientes que cursan un ACV isquémico.

Fibrinólisis intraarterial: consiste en el rompimiento o fragmentación del trombo a través de un cateterismo (por lo general de la arteria femoral), mediante la utilización de un trombolítico local o utilización de dispositivos mecánicos (stent). Solo se realiza en fracaso con fibrinólisis intravenosa y en centros especializados que cuenten radiólogo intervencionista.

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