La educación primaria como agente de cambio. La educación permite a las personas adquirir virtudes, las convierte en personas sociales, observadoras y disciplinadas. Además abre las posibilidades del aprendizaje, les enseña a entender mejor la información recibida y así mismo compartirla. Cuando los niños adquieren conocimiento desde la escuela es más probable que aprendan a utilizarlo sabiamente a lo largo de su vida.
Anteriormente, la función del sistema educativo tradicional era transmitir una forma de vida fija a los estudiantes para que la sociedad fuera una entidad inmutable y estática. Sin embargo, actualmente todo ha cambiado y las intenciones de la educación deben ser conscientes de los nuevos cambios, enfocándose en el aprendizaje y el bienestar.
El objetivo de la educación primaria es obtener conocimientos, habilidades, valores morales y éticos. Una formación adecuada enseña sobre cómo comportarse dentro de una sociedad. La cual es parte del proceso que enseña al hombre a adaptarse dependiendo los diversos contextos a los que se pueda enfrentar.
¿Por qué la educación es un agente de cambio?
Cuando se aplica la filosofía de la educación en un contexto real se puede apreciar que el impacto de la formación desde que son niños ayuda a reducir la pobreza y a mitigar efectos adversos sobre la población, la salud y la nutrición. Además se producen cambios en el entorno social, económico y político debido a aspectos como: el recurso humano y la capacidad de adaptabilidad.
Cuando se unen personas con conocimiento, capacitadas, con habilidades sociales se pueden crear entonces relaciones que resultan en ciencia, tecnología y avances para la misma sociedad. De aquí la importancia de una educación, tiene dobles beneficios, para quién aprende y para el entorno.
Gracias a la educación es que ha surgido a lo largo de los años tecnología y ciencia que han aportado cambios a los métodos de educación. Ha aportado para nuevas culturas, sistemas y estructuras dentro de la sociedad. La educación primaria como agente de cambio resulta en una evolución constante.
La educación se considera una de las principales agencias de la socialización. No existe cambio social que tenga lugar sin educación. Un proceso de cambio social provoca también nuevas perspectivas, actitudes y nuevos patrones en las relaciones de los individuos, relaciones sociales y con el medio ambiente en el que se desenvuelve.
La base para el bienestar y la salud de las personas es una educación de buena calidad. Para que lleven una vida con prácticas saludables en su diario vivir es necesario que tengan conocimientos previos que los alerte sobre prevenir enfermedades y dolencias. Por otra parte, cuando los niños y adolescentes están aprendiendo necesitan una alimentación saludable y estar sanos para que adquieran mejor el conocimiento.
Según las estadísticas del informe de seguimiento de la educación en el mundo de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) entre más altos sean los niveles de educación en las madres mejores son las tasas de nutrición y vacunación de los niños. Además tiene un impacto directo que reduce las muertes infantiles prevenibles, el VIH y la mortalidad materna.
La educación es considerada un catalizador del desarrollo y una intervención sanitaria por derecho propio. Una formación académica desarrolla en las personas actitudes que les permiten llevar una vida sana y plena. Además se enseña a tomar decisiones basadas en el conocimiento y es capaz de responder a los desafíos que se presenten.
Por otra parte, según estudios, los adultos con mayor nivel educativo tienen vidas más saludables y largas en comparación con sus pares menos educados. Las diferencias son cada vez más grandes y se reflejan en la sociedad. Por esta razón es necesario comprender los contextos educativos para reducir las disparidades en salud y bienestar en la población.
Otros estudios mundiales evidencian que aquellos con menores niveles de educación tienen más probabilidades de morir a una edad más temprana. Además tienen mayor riesgo de tener un peor estado de salud a lo largo de su vida que aquellos con mejores niveles de educación.
Existe una fuerte relación positiva entre la educación y los resultados de salud, ya sea medido por medio de tasas de mortalidad, enfermedad, comportamientos de salud o conocimientos de salud. La asociación entre educación y mortalidad se ha tenido en cuenta siempre para estudiar los comportamientos de la sociedad.
Las investigaciones también encontraron que por lo general, las personas con un bajo nivel educativo tenían más probabilidades de reportar problemas de salud general y limitaciones funcionales. El bajo nivel educativo se ha asociado con un mayor riesgo de muerte por:
También se ha encontrado una relación entre el bajo nivel de educación y enfermedades que incluye: dolor de espalda, diabetes, asma, demencia y depresión. La educación puede afectar la salud de diferentes maneras en distintas etapas del ciclo de la vida.
Se ha demostrado que el nivel de educación tiene un mayor impacto en la salud mental en los grupos de edad más jóvenes y el funcionamiento físico en las personas mayores.
La educación física también es una parte importante para promover el cuidado de la salud y el bienestar. El componente educativo para que los estudiantes aprendan habilidades de autogestión para participar en la actividad física se considera un instrumento natural para que conserven una vida sana.
Además, la actividad física afecta positivamente en aspectos cognitivos que influyen directamente para mejorar aptitudes y actitudes individuales. Se recomienda que los jóvenes realicen actividades físicas moderadas a vigorosas durante una hora al menos todos los días.
Sin embargo, a la hora de medir el consumo de alcohol aún no se encuentra una variable muy clara. El consumo varía dependiendo de la edad y el género de la persona. En una investigación que realizaron en Reino Unido se demostró que los hombres con niveles de educación más bajos tienen tres veces más probabilidades de beber en exceso que aquellos con niveles más altos.
Sin embargo, el mismo estudio demostró que las mujeres altamente educadas tienen más probabilidad de beber en exceso a los 20 años y frenan el hábito al llegar a los 40 años. Una tendencia opuesta se observó en las mujeres con menos calificaciones.
Existe evidencia que sugiere que las personas con más educación tienen mayores tasas de participación en programas de prevención como la detección del cáncer. Otra razón de salud que se considera es que las personas con menor nivel de educación no toman el sobrepeso como una enfermedad.
La alfabetización sanitaria se ha definido como "el grado en que las personas tienen la capacidad de obtener, procesar y comprender la información y los servicios básicos de salud necesarios para tomar decisiones de salud adecuadas" La alfabetización sanitaria limitada se asocia con mayores costos de atención de la salud, tasas más altas de hospitalización y mayor uso de los servicios de salud.
La educación de los padres también puede tener un impacto positivo en la atención médica de los niños. Los niños tienen más posibilidad de contar con las vacunas al día y sus controles de salud.
La educación primaria como agente de cambio es posible y tiene un impacto muy positivo no solo en la vida de las personas sino en la sociedad. Por esta razón es claro que la educación va de la mano con la salud y el bienestar. Y cuando se habla de salud se deben tener en cuenta tres vertientes: la salud física, mental y social. De esta manera se pueden ofrecer herramientas para que desde que son niños construyan habilidades que fomenten un cuidado integral de las personas.
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