El insomnio se define como una dificultad para conciliar o mantener el sueño (es decir la persona experimenta despartares durante la noche lo cual fracciona el sueño). En muchas ocasiones los pacientes refieren fatiga e irritabilidad por el hecho de despertar más temprano o simplemente, a pesar de dormir las horas suficientes despiertan con la impresión de no haber experimentado un sueño reconfortante. El insomnio puede considerarse agudo cuando el cuadro es de pocas semanas y crónico cuando persiste al menos tres días por semana durante tres meses o más.
El insomnio se vincula a una serie de alteraciones propias del sueño, trastornos psicológico-psiquiátricos, situaciones o eventos médicos y diversas enfermedades. En el caso de los desórdenes psiquiátricos se ha descrito en la depresión, la ansiedad, el estrés e incluso el abuso de sustancias psicoactivas. Los pacientes con enfermedades como la insuficiencia cardiaca, el Alzheimer, el Parkinson, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) o la apnea obstructiva de sueño pueden presentar un mayor riesgo de padecer insomnio.
El efecto del sueño en el estado de salud puede asimilarse a los efectos beneficiosos de una dieta equilibrada y de la actividad física regular. El insomnio deteriora la calidad de vida de quienes la padecen, ya que es la principal causa de cansancio, disminución de la concentración, la comprensión, la creatividad y la capacidad de desenvolverse en actividades cotidianas. El insomnio puede aumentar la probabilidad de sufrir enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y ataque cerebrovascular.
Repercusiones en el organismo por el insomnio o la falta de sueño
- Alteración del eje hipotalámico-pituitario.
- Activación del sistema nervioso simpático.
- Mayor nivel de estrés, irritabilidad y fatiga.
- Bajo desempeño diario.
Repercusiones cardiovasculares por insomnio
Se han documentado bien las repercusiones cardiacas del insomnio. Según un estudio de Journal of the American College of Cardiology , los individuos que duermen entre siete y ocho horas en comparación con los que duermen por debajo de este rango, presentan un riesgo menor de aterosclerosis, problemas cardíacos y tasas de mortalidad más bajas. Por el contrario, los que tienen alteraciones del sueño presentan una probabilidad hasta 34% mayor de padecer aterosclerosis.
La aterosclerosis es un trastorno inflamatorio caracterizado por el depósito de placas de ateroma en las paredes arteriales que de forma progresiva puede obstruir de manera parcial o total la luz del vaso impidiendo la irrigación sanguínea. Las placas de ateroma pueden desprenderse, viajar por la circulación y obstruir lechos vasculares. Cuando son obstruidos los vasos que irrigan el corazón puede originarse un infarto o pueden ocluir las arterias que irrigan el cerebro y dar origen a un ataque cerebrovascular.
¿De qué manera puedo mejorar la calidad del sueño?
Para garantizar la calidad del sueño, existen ciertos ámbitos que pueden favorecer al control y mantenimiento del sueño. A continuación se brindarán recomendaciones para lograr un sueño reparador en un rango de 6 a 8 horas:
Comida: debes evitar consumir grandes cantidades de comidas antes de dormir, aunque duermas el organismo necesitará metabolizar todos los alimentos, por lo tanto, puede aparecer el reflujo y la sensación de cansancio al despertar. Asimismo, evita bebidas que estimulan al cerebro como energizantes, cafeína o sodas.
Habitación: una de las mejores técnicas para descansar es mantener un dormitorio limpio, fresco, oscuro y ordenado. En recomendable tener cortinas oscuras (cortinas con blackout,) o antifaz ya que las luces blancas y azules generan estímulos al cerebro y no facilitan conciliar el sueño. Los ambientes aseados y oscuros favorecen el descanso y relajación.
Dispositivos electrónicos: debes evitar utilizar cualquier equipo por lo menos 1 hora antes dormir. Todos éstos emiten campos electromagnéticos que intervienen con la vigilia, la salud y el estado en general. Por lo tanto, se recomienda dormir lejos de estos dispositivos o apagarlos.
Horarios:
en la mayoría de los días intenta establecer horarios de sueño.
Actividades diurnas:
durante el día exponerse al sol entre 30 a 60 minutos favorece la activación del reloj biológico y el sistema circadiano. Si permaneces en lugares cerrados y oscuros por horas trata de tomar pequeños paseos durante la mañana, al mediodía o media tarde.
Música:
en varios estudios se ha comprobado que escuchar música relajante durante 3 a 4 minutos antes de dormir, permite conciliar el sueño rápidamente.
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