Todos en algún momento experimentamos pérdida de memoria, pero a medida que envejecemos, nuestros recuerdos pueden volverse aún más confusos, los nombres y lugares que nos resultaban familiares ya no lo son e incluso las palabras que solíamos usar se nos pueden olvidar.
A esto se le conoce como demencia y muchos la padeceremos a cierta edad. Sin embargo, esta pérdida de memoria puede intensificarse o acelerarse cuando sufrimos un ataque cerebrovascular.
Diferentes estudios estiman que aproximadamente un tercio de las víctimas de ACV desarrollan problemas de memoria y dificultades graves en otros aspectos de la realización de las actividades diarias.
Tanto los ataques ubicados estratégicamente en determinadas áreas del cerebro como los AC leves pueden provocar demencia vascular que es el tipo de pérdida de memoria más común tras un evento cerebrovascular.
La memoria es una de las funciones más afectadas ante un ataque cerebrovascular, pero cuando hablamos de memoria no solo nos referimos a los nombres de las personas. Tras un ACV podemos experimentar los siguientes tipos de pérdida de memoria:
Verbal: memoria de nombres, historias e información relacionada con el lenguaje.
Visual: memoria de formas, rostros, rutas y cosas vistas.
Informativo: memoria de información y habilidades o dificultad para aprender cosas nuevas.
Demencia vascular: una afección común posterior a uno o varios ACV que implican la pérdida de diversas capacidad como recordar, hablar, hacer cosas rutinarias del diario, etc.
Además de esto, los síntomas de la pérdida de memoria tras un evento isquémico pueden incluir:
Problemas con la memoria a corto plazo y en especial de la memoria que utilizamos para realizar los actos del diario vivir y del actuar, llamada memoria de trabajo.
Perderse en lugares familiares es incapacidad para ubicarse en nuevos, esto causa la confusión espacial, el paciente ya no puede ir a sus lugares conocidos (iglesia, mercado, amigos, etc.).
Dificultad para seguir instrucciones. Por que no se entienden por el lenguaje y por que no se puede elaborar un programa de acción para ejecutarlas.
Problemas para realizar transacciones monetarias dados los compromisos de lenguaje y memoria.
Si bien la pérdida de memoria puede ser un resultado directo de un ACV, también puede ser causada por malos hábitos como el consumo excesivo de alcohol y tabaco, falta de sueño, estrés, depresión, mala alimentación y en ocasiones por los medicamentos(particularmente cuando se consumen varios de forma simultánea).
Además de esto, la vejez, problemas de memoria previos, antecedentes de varios ACV o un ACV localizado en el lado izquierdo del cerebro pueden aumentar la probabilidad de demencia en el primer año después del ataque cerebrovascular.
En líneas generales, así es cómo afecta la memoria un ACV, pero como todo, la memoria puede ser tratada tras un ataque cerebrovascular y de este modo recuperar gran parte de esas funciones cognitivas.
Así como ejercitamos los músculos de los brazos o de las piernas, podemos ejercitar el cerebro que es el músculo más importante (junto con el corazón) de nuestro cuerpo. Ejercitar el cerebro es parte importante de la recuperación.
Estimulación
Una manera de estimular el cerebro es a través de juegos que requieren que lo uses. Juegos como las damas chinas o el ajedrez son bastante efectivos y pueden ayudar a recuperar la memoria.
El uso de aplicaciones, es decir de programas de computación, puede ser otra opción, existen varias que albergan cientos de ejercicios que pueden ayudar a estimular el cerebro. Una de las aplicaciones más populares y exitosas es Constan Therapy que cuenta con ejercicios específicos en caso de un ACV.
Un estudio de casi 3.700 supervivientes de ACV que sufrieron
pérdida de memoria
y afasia, publicado en febrero de 2019 en la revista Frontiers in Neurology, descubrió que las personas que usaban Constant Therapy en casa mejoraron más rápidamente que aquellas que solo dependían de la terapia presencial porque pudieron acceder al tratamiento con mayor frecuencia.
Asistir a terapias de habla y lenguaje puede ser de mucha ayuda, ya que con esta se puede mejorar la recuperación al estimular el cerebro para que establezca conexiones neuronales desde las partes no lesionadas del cerebro hasta las partes afectadas por el ataque cerebrovascular.
Los familiares o personas cercanas al paciente también pueden ayudar a mejorar el habla, incluyéndose en conversaciones para que se animen a practicar el habla y la memoria.
Ya sea que el paciente viva solo o con algún familiar, una de las recomendaciones para trabajar la memoria es dejar notas de recordatorios por la casa en áreas visibles.
Un letrero en el baño que le recuerde cepillar los dientes, usar la alarma del teléfono para de un reloj de la vieja escuela para recordar las citas y cuándo tomar los medicamentos, pueden ser puntos de apoyo bastante eficientes.
Crear una rutina que sea repetitiva y consistente es indispensable para la recuperación.
Los mnemónicos son formas creativas de recordar cosas. A menudo toman la forma de un acrónimo. Podemos inventar nuestro propio mnemónico para los pasos para cocinar y las rimas que asocian un nombre con un objeto también funcionan.
Dejar lista la ropa que se use al día siguiente, la noche anterior o antes de acostarse o colocar el cepillo de dientes en un lugar visible ayudará a recordar lo que se debe hacer y cuándo se debe hacer.
Cuando el paciente reciba nueva información, repasar el material tantas veces que sea necesario para que asimile esa nueva información. No debe haber miedo en repetir, con sus propias palabras, lo que han dicho para asegurarse de que lo comprende correctamente.
Un estudio publicado en mayo del 2019 en la revista Archives of Physical Medicine and Rehabilitation reveló el impacto que tuvo el ejercicio en 40 supervivientes de ACV crónicos. Los investigadores encontraron que quienes se ejercitaban como parte obligatoria de su recuperación demostraron mejoras significativas en la memoria, la función cognitiva y la recuperación general del ataque.
Llevar una dieta saludable para el cerebro en la que se incluya muchas frutas, verduras y pescado rico en ácidos grasos omega-3, ayudará a que el cerebro se recupere de manera óptima.
Cómo afecta la memoria un ACV puede generar varios problemas en el día a día de las personas que son víctimas de un evento de este tipo y aunque la gravedad de los efectos en el cerebro dependen del tipo de stroke, lo cierto es que debemos trabajar en ejercitar el cerebro para que en el largo plazo las consecuencias sean peores.
Además de tener en cuenta las recomendaciones sobre la memoria, queremos hacer énfasis a la situación actual, pues de acuerdo a la La Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares (WSO, por sus siglas en inglés), la pandemia ha incidido, de manera negativa, en la consulta médica por ataques cerebrovasculares.
El ente asegura que el volumen de consultas por ACV ha disminuido sustancialmente. En una encuesta realizada recientemente entre los miembros de la Organización, que incluyó más de 100 respuestas de países de todo el mundo, reveló que solo un poco más del 10% de los encuestados no había observado una reducción en las admisiones por ACV.
En los otros centros de salud disminuyeron del 10 al 90 % en comparación con un período comparable en 2019. La disminución media fue del 50 al 70 %. Solo el 15 % de los centros informaron que un miembro del equipo de ACV había sido infectado por COVID-19.
Además, la atención ambulatoria para pacientes después del ataque cerebrovascular también se ha visto afectada por la pandemia. En la encuesta realizada, solo una minoría de centros informó haber visto a pacientes ambulatorios en persona.
Si deseas obtener más información acerca de cómo afecta la memoria un ACV, puedes ingresar a nuestra página web: www.recavar.org