Irrigación cerebral: ¿Cómo se lleva a cabo?
Irrigación cerebral
La Irrigación cerebral debe ser constante debido a la peculiar vulnerabilidad de la privación de oxígeno del cerebro. Las neuronas, desde el punto de vista energético, sólo se abastecen del oxígeno y la glucosa procedentes de la sangre circulante, ya que no existen reservas de ellos en el encéfalo.
El sistema nervioso además de depender de un elevado abastecimiento de oxígeno, requiere un aporte constante de glucosa para ejecutar sus acciones diarias. Por lo tanto, cualquier alteración de la irrigación cerebral , conlleva a un déficit de las funciones tanto motoras como sensitivas y si prolonga en el tiempo a la muerte del tejido cerebral (necrosis) que suele denominarse hipoxia (o anoxia) cerebral.
Es importante resaltar algunas de las principales funciones del cerebro cómo: controlar y regular el funcionamiento de los demás centros nerviosos; recibir las sensaciones y elaborar respuestas conscientes e inconscientes a éstas; mantener control sobre la postura y la locomoción; también soporta del desarrollo de la personalidad y estado de ánimo; los dos hemisferios llevan a cabo procesos logísticos, de análisis, de apreciación (del medioambiente o entorno y también de los estímulos visuales, acústicos, arte, etc), y desarrollan la creatividad entre otros elementos.
Como se ha mencionado en post anteriores, la irrigación cerebral se genera por cuatro grandes arterias que emergen de un tronco primario llamado arteria aorta y ascienden por el cuello y la nuca hasta penetrar en el cráneo. Por la porción anterior del cuello ascienden las arterias carótidas comunes y por el cuello ascienden las arterias vertebrales. Las arterias carótidas se dividen a su vez: arteria carótida externa, que irriga estructuras extracraneales, (lengua, cavidad oral, faringe, cara, músculos cervicales) y arteria carótida interna, irriga la porción anterior del encéfalo.
Por otro lado, las arterias vertebrales forman la arteria basilar, que irriga el cerebelo y el tronco cerebral. A su vez los hemisferio reciben el suministro sanguíneo de las arterias cerebrales anterior, media y posterior. Cabe mencionar que las arterias cerebrales anteriores y medias son ramas terminales de las arterias carótidas internas.
Por otro lado, desde el corazón la sangre arterial cargada de oxígeno y de nutrientes, se impulsa a través de la arteria aorta para ser distribuida a todos los órganos del organismo con la finalidad de aportar las sustancias imprescindibles para el mantenimiento de su actividad metabólica, azúcar o glucosa y oxígeno entre muchos más .
La irrigación cerebral puede verse afectada con la aparición de placas de ateroma, trombos o émbolos que ocluyen la luz de los vasos arteriales, impidiendo la correcta perfusión de sangre a los tejidos originando eventualmente ataques cerebrovasculares.
Las placas de ateroma, se generan como consecuencia del exceso de grasa en la dieta, especialmente colesterol, lipoproteínas de baja densidad (LDL) que junto con fibras de colágeno, constituyen en la capa subendotelial un cúmulo de grasa que protruye a la luz vaso y genera un flujo turbulento. En algunos casos, estas placas se rompen a la luz de los vasos de los vasos sanguíneos activando inmediatamente la cascada de coagulación, que aparece a partir de la agregación plaquetaria y formación de coágulos obstruyendo así toda o la mayor parte de la luz del vaso. Estos coágulos que permanecen en el sitio de origen sin disolverse por fenómenos patológicos se conocen como trombos. Los émbolos, por otro lado, son coágulos que se desplazan por la circulación desde el sitio de origen obstruyendo cualquier vaso del cerebro.
¿Cuáles son los síntomas de una oclusión de un vaso sanguíneo?
Los síntomas de la oclusión de un vaso sanguíneo, depende en gran medida de la ubicación de la obstrucción en el tejido afectado. Generalmente, la formación de los fenómenos anteriormente mencionados afecta principalmente a los siguientes órganos:
- El cuello o el cerebro (ataque cerebrovascular).
- El corazón (angina de pecho o un ataque cardíaco)
- Los intestinos (isquemia mesentérica o trombosis venosa mesentérica).
- Las arterias de las piernas lesiones isquémicas de los miembros
- Los pulmones (embolia pulmonar).
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